La trama
“Después de algún tiempo, Dhritarastra invistió a Yudhisthira con el cargo de príncipe heredero.
Obviamente, esto no podía hacer que el Rey estuviera feliz, porque él hubiera preferido que su sucesor fuera su hijo Duryodhana; pero desde luego no podía oponerse a las antiguas tradiciones védicas. De hecho, Dhritarastra no había podido gobernar debido a su ceguera y por ende, Duryodhana había perdido automáticamente el derecho al trono. En esa circunstancia, el Rey tenía que ser el primogénito entre sus hijos y los de Pandu. Yudhisthira nació un año antes, por lo tanto, tenía todo el derecho al trono. Duryodhana se moría de envidia y de dolor.
En ese período Bhima y Duryodhana abandonaron Hastinapura para ir a Dvaraka, donde tomaron lecciones en el uso del bate de Balarama, el hermano de Krishna, perfeccionando aún más las destrezas de la guerra.
En el mismo período, también Arjuna recibió nuevas instrucciones de Drona, quien le dio la oportunidad de mejorarse a sí mismo con el arco.
Un día, el Pandava le pregunto al maestro:
‘¿Hay alguien en la Tierra que me pueda vencer en un duelo?’
‘Sí, lo hay’, aseguró Drona. ‘Es Krishna, de la raza de los Vrishnis. Él no es un hombre como todos los demás, Su origen es divino y nadie lo puede vencer. Hay que establecer con Él la más sólida amistad y bajo Su protección también tú te convertirás en invencible.’
Transcurrió un año relativamente tranquilo, durante el cual creció el amor del pueblo hacia los Pandavas, como también creció el odio de Duryodhana.
Un día, se le colmó la última gota de resistencia y llamó a Sakuni para hablar con él.
‘Ya no puedo tolerar ver a estos malditos desarrollándose cada día más. El pueblo está de su lado e incluso el ejército; el patriarca Bhishma le muestra un gran afecto, y Drona aprecia a Arjuna hasta el punto de que parece que solo él existe.
Incluso mi padre, nunca ha ocultado su afecto por estos diabólicos primos. No hay dudas de que ellos han sido valientes y se han ganado la simpatía de todos.’
‘Te lo dije hace mucho tiempo, dijo Sakuni, que el enemigo debía ser destruido inmediatamente, antes de que tuviera la oportunidad de hacerse más fuerte a través de sus alianzas. Duryodhana, por tu bien y por el de la familia a la que perteneces, ¡tienes que destruir a los Pandavas!’
‘Sé muy bien que esto es lo que hay que hacer, pero lo hemos intentado y hemos fracasado. Esta vez vamos a tener que hacer las cosas con más cuidado porque no podemos darnos el lujo de cometer errores de nuevo, o corremos el riesgo de perder nuestros aliados.’
Así que con Sakuni, Karna y Dussasana, Duryodhana diseñó un terrible plan para matar a los Pandavas.
El primer paso fue convencer a su padre para enviar a sus nietos a vacacionar por un período de tiempo a Varanavata; no fue difícil, porque Duryodhana casi siempre podía conseguir cualquier cosa de él. Por su parte, Dhritarastra sospechó que su hijo estaba tramando algo grave. Y, sin embargo, no lo impidió. Él percibía que su rivalidad con los Pandavas se volvía cada vez más fuerte, y no deseando verlo sufrir esperaba que Duryodhana fuese capaz de conseguir lo que quería de una manera no violenta.
Después de haber obtenido el consentimiento del padre, Duryodhana construyó una casa grande con todos los materiales altamente inflamables y envió a Purochana, su fiel amigo, con la intención de que le prendiera en fuego en cuanto se presentara la oportunidad.
En Varanavata los Pandavas estaban corriendo un peligro mortal.”
Esta es una sección del libro “Maha-bharata Vol. 1”, en Espanol.
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