“Un día, mientras los príncipes jugaban en el jardín, un hombre alto, vestido de negro y con la cabeza cubierta por una amplia capucha, se detuvo a observarlos. En un momento dado, la pelota con la que los niños jugaban se cayó en el pozo y por más esfuerzo que hacían no lograban recuperarla.
El viajero se rio en voz alta y luego dijo:
‘¿Cómo es posible que los descendientes de un linaje tan prestigioso como el de Bharata no sepan cómo hacer algo tan simple como recuperar una pelota que ha caído en un pozo?’
‘No es fácil recuperarla sin mojarse’, respondieron los príncipes bastante irritados, ‘pero si usted piensa que puede hacerlo, entonces muéstrenos cómo.’
El desconocido sonrió y a continuación, les pidió un arco y una flecha. Con un hábil movimiento de rebote logro recuperar la pelota; luego requirió un anillo de oro. Yudhisthira le dio el suyo y este hombre desconocido, para sorpresa general de todos, lo arrojó en el pozo. Antes de que los jóvenes pudieran protestar, recogió hierba del suelo y murmuró algunos mantras entre dientes, y de manera decisiva la echó en el pozo, enganchando el anillo. Luego echó la otra hierba en rápida sucesión conectándola con la hierba anterior, formando una cadena. De esa manera se las arregló para sacar el anillo. Los príncipes se quedaron estupefactos.
‘¿Quién eres tú? ¿cuál es tu nombre? Nunca hemos visto hacer algo así con ese talento.’
‘Bhishma me conoce, contestó. Vayan a donde él y cuéntenle lo que he hecho. Entonces sabrán mi nombre.’
Apenas Bhishma escuchó cómo la misteriosa persona había recuperado la pelota y el anillo, de inmediato se dio cuenta de que era Drona y corrió a recibirlo. Era el mejor maestro de las armas. Su habilidad era incomparable y todos los Reyes de Bharata-varsha competían entre sí para que instruyera a sus hijos en la noble arte marcial. Hasta entonces, los príncipes de Bharata habían sido instruidos por Kripa, pero estaba fuera de toda duda que Drona les podría ofrecer una educación a un nivel muy diferente, que sólo él era capaz de impartir. Por lo tanto, Bhishma se sintió honrado en pedirle que se quedara en la corte como Acarya de todos los príncipes.”
Esta es una sección del libro “Maha-bharata (Vol. 1), en Espanol.
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