“Los Pandavas pasaron su infancia en el bosque, recibiendo sus primeras enseñanzas de los sabios que vivían en las ermitas.
Pandu pasó quince años felices en compañía de sus hijos y esposas; pero lo que está escrito en el libro del karma de cada uno de nosotros está obligado a pasar inevitablemente. Como se recordará, de hecho, lo que Vyasa le dijo a su madre después de reunirse con Ambalika:
«… Su nieto no está destinado a vivir por mucho tiempo…»
Así, sucedió que un día de primavera, Pandu, mientras los demás miembros de la familia estaban en el bosque, vio que su esposa Madri estaba sola y un fuerte deseo sexual se apoderó de él hasta el punto de no poder resistir. Por lo tanto, a pesar de que ella trató de recordarle la maldición del Rishi, él la poseyó. En ese preciso momento, Pandu cayó al suelo sin vida.
Madri lloraba y llamaba por ayuda, llamando la atención de Kunti y de los cinco jóvenes, quienes llegaron al lugar y vieron Pandu en el suelo sin vida.
‘¿Cómo pudiste estar de acuerdo en copular con él,’ inquirió Kunti, ‘conociendo la maldición que pesaba sobre él? Había que rechazarlo, recordarle lo que le esperaba si lo hacía…’
‘Traté de resistirle, de recordarle la maldición del Brahmana,’ sollozó la Reina desesperada, ‘pero él parecía estar fuera de sí, como si estuviera poseído por un demonio. No tuve la fuerza física para resistirme a él.’
Los sabios del bosque consolaron a las dos mujeres y a los cinco jóvenes, y unos días más tarde se celebró el funeral durante el cual el cuerpo fue quemado en la pira. Madri pensó que no podría vivir con la culpa de lo que había causado, aunque no lo hubiera hecho intencionadamente y siguió a Pandu en la muerte. Kunti adoptó a sus hijos.
Después de la tragedia, los Pandavas decidieron volver a Hastinapura, el reino de su padre, para continuar sus estudios. También, Yudhisthira era el heredero al trono, por lo cual tan pronto como el período escolar terminara, debía comenzar a gobernar el vasto reino de Bharata.
Así que los cinco jóvenes, acompañados por su madre y por muchos sabios, se encaminaron hacia la capital.
Kunti y los cinco Pandavas fueron recibidos calurosamente por los familiares.”
Esta es una sección del libro “Mahabharata, vol. 1”, en Espanol.
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