Temas de Prueba

Temas de prueba

Pregunta: ¿Hay formas de estar seguro, o al menos de aceptar con un margen de probabilidad razonable, que todo lo que usted explicó es cierto?

Depende de lo que entendemos por certeza. Si para estar seguros necesitamos visualizar la cosa con los ojos o someter el objeto de nuestra investigación al tacto, seguramente tendremos algunos problemas para determinar la existencia o incluso la razonabilidad del alma. Nuestros sentidos materiales son muy limitados a este respecto. Hay que decir también que la respuesta a esta pregunta pasa también por un análisis de su naturaleza opuesta, la material, que sin embargo profundizaremos más adelante, en el capítulo dedicado a maya-sakti.

En primer lugar tenemos que utilizar un sentido más sutil que los demás, la inteligencia. Primero tenemos que entender, luego podremos ver. La pregunta era clara: ¿quiénes somos?

Cuando digo “yo” me refiero necesariamente a una persona. Una mesa no dice “yo”, ni nos dirigimos a ella como “él”; esto se debe a que la mesa no es una persona sino un objeto, una aglomeración de elementos inertes. Por eso no es “él”. Digo “yo” porque soy una persona. Entonces, ¿en qué se diferencian el yo y la mesa? No es difícil responder: el primero está compuesto de vida, el segundo está desprovisto de ella. Uno es espíritu y el otro es materia.

La diferencia entre materia y espíritu es clara. Son elementos opuestos en su sustancia más íntima. El primero es inerte e impersonal, el segundo es vivo y personal.

Nos movemos, estamos vivos: por tanto no podemos ser materia, que precisamente nunca podría moverse ni vivir. En sí mismo no tiene ninguna de las características necesarias para hacer que algo viva, ¿qué pasa con un vasto y complejo conjunto de fenómenos psicofísicos que es el ser humano? La vida, con todas sus cualidades y características, está ausente en su propia constitución.

Otro ejemplo. 

Observemos el momento de la muerte: mientras el alma está presente dentro del cuerpo, este se mueve, pero en cuanto el alma lo abandona se produce el fenómeno que llamamos muerte. El cuerpo que antes se movía, razonaba, hablaba y hacía muchas otras cosas, ya no puede moverse, ya no puede hacer nada. Sin embargo, todos los elementos que componían su estructura siguen ahí, no han cambiado en absoluto; ¿Por qué entonces han desaparecido el movimiento y la vida y ninguna cura podrá jamás restaurarlos?

Es el alma la que hace que el cuerpo se mueva, así como nosotros hacemos que nuestro vestido se mueva desde dentro. Cuando el alma se va ya no es posible dejar vivir al cuerpo.

Pregunta: Dado que la materia no tendría la posibilidad de moverse y aun así muestra tanto dinamismo, ¿qué tipo de movimiento es el tuyo?

Tomemos nuevamente el ejemplo del vestido. Vemos que la chaqueta se mueve, pero eso no significa que se mueva sola. De hecho, si lo quitamos y lo tiramos al suelo, veremos que en realidad no tiene capacidad de moverse. Sólo un loco diría: “oye, mira, la chaqueta se mueve”. Hay que decir que es el brazo interior el que hace que se mueva. En realidad, el tejido del que está hecho ese vestido está totalmente desprovisto de vida. La chaqueta no puede moverse sin el brazo, mientras que por el contrario el brazo puede vivir muy bien incluso sin la chaqueta.

Por tanto su movimiento es puramente mecánico; el único movimiento del que la materia es capaz.

Pregunta: Entonces es el cuerpo el que necesita el alma para hacer cualquier cosa. Pero la materia, energía inerte y sin vida, por su propia naturaleza no tiene necesidades que satisfacer. ¿Por qué entonces debería sentir la necesidad de hacer, de buscar, de vivir?

No, de hecho la materia no tiene necesidad de satisfacer. Su movimiento es puramente mecánico y no tiene connotaciones vitales. En otras palabras, no se mueve en busca de la felicidad, ni del conocimiento, ni por ningún otro motivo. Se mueve sólo porque recibe el impulso de la energía espiritual, del jiva, de su maestro. Es como un coche, que se mueve y actúa sólo cuando y porque el propietario lo arranca y pisa los pedales.

 

Esta es una sección del libro “La Filosofía del Bhakti Yoga”, en Espanol.
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