El impersonalismo – 1
Un devoto amigo me escribe después de tanto tiempo deseando conversar sobre diversos temas políticos y sociológicos de nuestro movimiento. A su solicitud omito su nombre.
Respuesta:
Debo admitir que yo no sé qué decir sobre los temas que ha planteado. Yo no vivo en Italia desde hace más de diez años e incluso antes me mantuve alejado de temas políticos o sociológicos porque pensaba que eran poco interesantes. Todavía no me apasionan, no me gustan para nada.
Dedique más tiempo a los libros que trascienden la naturaleza humana y entran en lo trascendental y en tratar de dar conciencia de Krishna a los demás, en vez de inmiscuirme en los problemas humanos, que no tienen soluciones. Lo siento si no puedo ser útil al respecto.
Con respecto a lo impersonal, mi convicción es que el problema más grande es la identificación con el cuerpo material (maya), que es la causa radical también del impersonalismo.
Mientras pensemos que somos el cuerpo y nos identificamos con el cuerpo y con sus mecanismos, los problemas no tendrán fin.
El impersonalismo – 2
Pocos días después mi amigo me contestó. Lo que sigue es mi respuesta a su segunda carta.
Respuesta:
Creo que estás repitiendo las mismas cosas que he dicho: el materialismo causa muchas distorsiones entre las cuales está el impersonal.
Por lo general, este término es creer ser uno con Dios o que no hay una personalidad distinta eterna, y no indica necesariamente una manera de tener relaciones frías y distantes con los demás. Eso es otra cosa. Tal vez uno no hace referencia a otro por otras razones, quizás por un mal carácter de uno o de ambos, o quién sabe por qué.
En la vida el auto-análisis es particularmente importante. Si se utilizara un centavo de la capacidad de análisis que se hace a los demás para analizarse a sí mismo sería un gran paso adelante en el avance de la vida espiritual.
Mirar hacia afuera, mirar a los demás, es un ejercicio que revela poca visión interior y escaso interés en la vida espiritual, dirigiéndolo hacia la socialización.
Obviamente no me refiero a ti a quien no he visto durante casi dos décadas. Estoy haciendo una observación de carácter general.
El Bhagavad-gita dice que debemos ser indiferentes a todo lo que se oye y lo que se ve. Toda la gente que hoy conocemos en pocos años ya no existirán. Los nombres, las caras, las relaciones, los hechos, todo se desvanecerá, y nos quedaremos con nuestra riqueza o nuestra pobreza interior, con nosotros, almas enriquecidas o empobrecidas por lo que hemos hecho en la vida humana.
Mi consejo de amigo es: No perder el tiempo mirando al otro (a menos que sea para apreciar a los demás, que es un ejercicio que siempre hace bien a la vida espiritual), y pensar en la vida espiritual.
Tal vez el dinero que has gastado por hacer lo que me cuentas, habría sido mejor usado para ir a Vrindavana. Pero éstas son sólo sugerencias personales. Tómalas como tal.
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