Un vistazo a la vida de Rasikananda
Rasika Murari nació en el año 1590. Su padre era Acyuta deva, un terrateniente con con mucha devoción, y era el zamindar de Rohini, un pueblo a orillas del río Suvarnarekha. El nombre de su madre era Bhavani.
Rasika era su único hijo, su segundo nombre era Murari y por ello será conocido como Rasika Murari. El era el discípulo más destacado de Syamananda Pandita.
Desde su niñez, Rasika Murari fue muy devoto del Señor Krishna. Cuando alcanzó la edad adecuada, su padre contrató gradualmente a algunos panditas para que se ocuparan de su educación. Sin embargo, no tenía mucho respeto por el conocimiento material. Ya se había dado cuenta que la mayor meta en la vida es la devoción a Sri Hari.
Sus padres casaron a Rasika Murari muy joven. Su esposa se llamaba Iccha Devi y era una mina de buenas cualidades. Procedía de la aldea de Ghonta Sila, no lejos de Rohini, a orillas del Suvarnarekha, donde en la antigüedad los Pandavas habían vivido en el exilio.
Entonces Rasika se puso ansioso por refugiarse a los pies de loto de un maestro espiritual fidedigno.
Un día, mientras estaba sentado solo contemplando este tema, escuchó una voz divina:
“¡Rasika! No estés más ansioso. Muy pronto llegará aquí una gran personalidad de nombre Syamananda. Solo refúgiate en sus pies de loto”.
Al escuchar esto, Rasika se animó y comenzó a esperar y observar continuamente la llegada de esta gran personalidad.
Un día le dijeron que Syamanda Prabhu vendría a Rohini con sus discípulos. Al escuchar esta maravillosa noticia, Rasika Murari se puso muy jubiloso y comenzó a murmurar repetidamente el nombre Syamananda, como si cantara japa. De un momento a otro, su entusiasmo aumentaba sin disminuir, mientras las lágrimas brotaban de sus ojos por su canto del nombre de Syamananda. Estaba en tal estado que pasó la mayor parte de la noche sin dormir, llamando a su maestro espiritual.
Finalmente, temprano en la mañana, se quedó dormido y en un sueño vio la figura misma del encanto y la gracia. Sonriendo, Syamananda le informó:
“Cuando mañana el cielo del este se tiña de rosa, me obtendrás”.
Diciendo esto, Syamananda desapareció.
Después de algún tiempo Syamananda se acercó desde la distancia, luciendo tan bellamente resplandeciente como el sol y rodeado por sus discípulos como Kisora Dasa y otros. Su rostro sonriente era como la flor de loto que se abre para saludar a su amigo el sol, y su pecho era tan ancho como una puerta. Su apariencia cautivadora se hizo aún más irresistible por los dulces sonidos de “Sri Krishna Caitanya Nityananda” que emanaba de su boca de loto. Absorto en un amor intenso se movía por el camino como se mueven las nubes en el cielo.
Cuando Rasika vio esta forma divina, cayó frente a él para tocar sus pies de loto. En gran éxtasis, Syamananda lo abrazó y comenzó a bañarlo con sus lágrimas de amor extático. Rasika Murari entonces se sintió uno de los seres vivos más afortunados dentro de este universo.
En un día auspicioso, Syamananda inició a Rasika y su esposa en el mantra Radha Krishna. Todos los miembros de su familia, esposa e hijos, aceptaron a Syamananda como su maestro espiritual.
Después de eso, Rasikananda comenzó a viajar con su gurú, tiempo durante el cual se convirtió en un discípulo muy íntimo. Syamananda luego le otorgó el servicio de Sri Radha Govinda Deva en Gopiballabhapur.
Aceptando la orden de su gurú sobre su cabeza, Rasikananda predicó el mensaje de Sri Gaurasundara en el mundo durante aproximadamente 16 años.
A partir de entonces entró en sus pasatiempos eternos a través de los pies de loto de Gopinatha en Remuna en el año 1652.
Otros discípulos principales
En el Bhakti Ratnakara se da una breve lista de algunos de los discípulos destacados de Syamananda:
Rasika Murari, Radhananda, Purusottama, Manohara, Cintamani, Balabhadra, Jagadisvara, Uddhava, Akrura, Madhuvana, Govinda, Jagannatha, Gadadhara, Anandananda y Radhamohana.
Esta es una sección del libro “SYAMANANDA, la Felicidad de Radharani”(ESP).
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