“Mi querida esposa, ¿qué estás haciendo en esta habitación y por qué estás tirada en el suelo? ¿Cuál es la causa de tu pesar? Sabes que estaría dispuesto a hacer cualquier cosa para hacerte feliz. Dime qué ha pasado.”
Con una voz rota por las lágrimas dijo:
“¿Recuerdas cuando te salvé la vida? Ese día me prometiste concederme dos deseos.”
Dasaratha sonrió.
“Por supuesto que lo recuerdo. Siempre he cumplido mis promesas y seguramente lo haré contigo ahora también. Si tienes algún deseo, dímelo y lo satisfaceré de inmediato.”
“Sí, ahora tengo dos deseos para pedirte, respondió ella, pero primero quiero que me repitas que estás listo para hacer cualquier cosa por mí.”
El rey respondió en tono afable.
“Mi querida Kaikeyi, estoy listo para hacer cualquier cosa para verte feliz.”
Al escuchar estas palabras, Kaikeyi fortaleció y endureció su corazón. No fue fácil para ella, porque Kaikeyi era una mujer dulce y cariñosa.
“Quiero que envíes a Rama al exilio en el bosque durante catorce años y que nombres a Bharata heredero del trono en su lugar.”
El rey no podía creer lo que había oído o tal vez no quería creerlo. “Tal vez estaba bromeando”, pensó. Quizás fue un malentendido. Kaikeyi siempre había amado a Rama y Rama siempre había sido afectuoso con Kaikeyi. Entonces, ¿por qué tenía que odiarlo tanto? En ese momento, Dasaratha no pudo decir nada.
“Kaikeyi, ¿qué estás diciendo?” finalmente jadeó. “No puedo exiliar a Rama. ¿Qué te ha pasado? ¿Por qué me pides tal cosa?”
Esta es una sección del libro “Ramayana (Tal como es)”, en Espanol.
Para comprar el libro completo, haga clic aquí
Post view 116 times
Leave a Reply