Rasikananda en Kasipura

Mientras estaba en Gopiballabhpur, hubo un día Syamananda Prabhu le pidió a Rasikananda Prabhu que se sentara frente a él y le dijo con cariño:

“Querido Rasika, por favor dame una cosa en caridad”.

Rasikananda respondió tímidamente con las manos juntas:

“Ya he rendido mi cuerpo, mente y vida a tus pies de loto. ¿Qué más tengo que te pueda dar? Sin embargo, solo ordéname y cumpliré tu orden como si fuera un mandato de los Vedas”.

  Al escuchar esto, Syamananda Prabhu dijo:

  “Por favor, distribuya el Sri Hari Nama Maha-mantra a todos en Utkal, desde los brahmanas hasta los chandalas, a hombres y mujeres, reyes y pobres, ancianos, brahmacharis, grhasthas, vanaprasthas y sannyasis sin ninguna discriminación”.

Las instrucciones de Syamananda están perfectamente en línea con todos los sastras, los cuales dan suma importancia al canto del Hare Krishna Mantra. El Srimad-Bhagavatam (1.6.34) dice:

etad dhy ātura-cittānāṁ

mātrā-sparśecchayā muhuḥ

bhava-sindhu-plavo dṛṣṭo

hari-caryānuvarṇanam

“Experimento personalmente que aquellos que siempre están llenos de preocupaciones y ansiedades debido al deseo de contactar de los sentidos con sus objetos, pueden cruzar el océano de la ignorancia en un bote muy adecuado: el canto constante de las actividades trascendentales de la Personalidad de Dios”.

El significado de Srila Prabhupada en este verso es iluminador:

“El síntoma de un ser vivo es que no puede permanecer en silencio ni siquiera por algún tiempo. Debe estar haciendo algo, pensando en algo o hablando de algo. Generalmente los hombres materialistas piensan y discuten temas que satisfacen sus sentidos. Pero como estas cosas se ejercen bajo la influencia de la energía ilusoria externa, tales actividades sensuales en realidad no les dan ninguna satisfacción. Por el contrario, se llenan de preocupaciones y ansiedades. Esto se llama māyā, o lo que no lo es. Lo que no puede darles satisfacción es ser aceptado como un objeto de satisfacción. Así que Nārada Muni, por su experiencia personal, dice que la satisfacción de esos seres frustrados que están ocupados en la complacencia de los sentidos es cantar siempre las actividades del Señor. El punto es que solo se debe cambiar el tema. Nadie puede controlar los pensamientos de un ser vivo, ni los procesos de sentir, querer o trabajar. Sin embargo, si uno quiere felicidad real, debe cambiar solamente el tema. En lugar de hablar de la política de un moribundo, uno podría discutir la política administrada por el Señor mismo. En lugar de disfrutar de las actividades de los artistas del cine, uno puede volver su atención a las actividades del Señor con Sus asociados eternos, como las Gopīs y Lakṣmīs. El todopoderoso Personalidad de Dios, por Su misericordia sin causa, desciende a la tierra y manifiesta actividades casi al nivel de los hombres mundanos, pero al mismo tiempo extraordinariamente, porque Él es todopoderoso. Lo hace en beneficio de todas las almas condicionadas para que puedan dirigir su atención a la trascendencia. Al hacerlo, el alma condicionada será ascendida gradualmente a la posición trascendental y cruzará fácilmente el océano de la ignorancia, la fuente de todas las miserias. Esto lo afirma una autoridad como Śrī Nārada Muni por experiencia personal. Del mismo modo, también podemos tener la misma experiencia si comenzamos a seguir los pasos del gran sabio, el más querido devoto del Señor”.

Rasikananda Prabhu se comprometió a ejecutar la orden de su Gurudeva, quien colocó su mano sobre su cabeza y misericordiosamente le impartió poder completo.

Después de eso, Syamananda fue a Chakulia y también ordenó a Damodara Misra que distribuyera Sri Hari Nama en todas las casas de Utkal.

Esta es una sección del libro “SYAMANANDA, la Felicidad de Radharani”(ESP).
Para comprar el libro completo, haga clic aquí