“Pero algo importante estaba sucediendo en otro lugar.
Yendo unos pasos hacia atrás en el tiempo, llegamos exactamente al momento en que Lomasa había regresado del planeta de Indra. Un día se había llevado aparte a Yudhisthira y le había dicho sobre un mensaje importante con respecto a Karna, relacionado con la pesadilla que perturbaba sus sueños todo el tiempo. Indra le había enviado a decir lo siguiente:
‘Tienes razón en preocuparte por Karna, quien bajo ciertas condiciones, en realidad podría llegar a ser más fuerte que Arjuna. Pero Duryodhana no debe resultar victorioso en absoluto, así es que asegúrate de que él se vuelva vulnerable.’
En el año treceavo del exilio de los Pandavas, Karna tuvo un sueño: durante la noche se apareció Vivasvan y el valeroso guerrero le ofreció inmediatamente su homenaje más respetuoso. No sabía que el Deva era su misterioso padre; sin embargo, siempre le adoraba como su deidad preferida, y pasaba muchas horas de su tiempo en meditación. Surya se le apareció como una imagen nítida como la realidad del día, y le hizo una advertencia.
‘Te has hecho famoso en todo el mundo por la generosidad con la que llevas a cabo cualquier cosa que te piden, especialmente si quien te la solicita es un Brahmana. Pero debes saber que mañana vendrá a verte Indra disfrazado de un Brahmana y tendrás que hacerle una ofrenda. Si te muestras dispuesto a complacerlo, te exigirá tu armadura natural y tus aretes celestes, sin los cuales eres mucho menos fuerte. El propósito que tiene en mente es claro: Arjuna es su hijo y quiere que te gane en el fatídico duelo que tendrá lugar dentro de unos meses. No consientas a sus demandas, o serás derrotado. Dile que no y estarás a salvo.’
Durante el sueño, Karna ponderó durante mucho tiempo y pensó:
‘Hace tiempo que pronuncié el voto solemne de dar todo lo que se me pidiera, incluso la vida misma. Si es así como mañana vendrá Indra, tendrá lo que quiere.’
Vivasvan, a pesar de que estaba gratamente sorprendido y admirado por ese hijo tan firme en sus votos, prefirió no revelar el secreto de su nacimiento.
‘Ya que estás tan determinado’, respondió el Deva, ‘haz lo que quieras. Pero cuando Indra te pregunte si quiere algo a cambio, pídele la shakti. Nadie podrá sobrevivir si es atacado con el arma personal del Rey de los seres celestiales. No obstante, a pesar de quedar privado de tu armadura y de los pendientes, Arjuna va a morir.’
A la mañana siguiente, cuando Karna se despertó, no se sentía alegre como de costumbre, sino más bien pensativo. Aquel sueño le había afectado.”
Esta es una sección del libro “Mahabharata, vol. 1”, en Espanol.
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